En un comercio físico o en línea, ofrecer a los clientes la posibilidad de pagar sus compras a meses sin intereses hace que el negocio atraiga a una mayor cantidad y diversidad de personas: mientras más opciones de pago se ofrecen, mayor es el espectro de consumidores que se puede abarcar.
En partes para ellos, completo para el negocio
Al diferir un pago en mensualidades, el consumidor tiene la facilidad de elegir a qué plazo –mediano o largo– realiza la compra, pero independientemente de eso, la Empresa recibe la cantidad total en una sola exhibición el día que se realiza la transacción o al día siguiente. El cobro de las parcialidades es totalmente responsabilidad del banco, de modo que el negocio no debe estar cobrando cada uno de los pagos pendientes. Dependiendo del proveedorbancario que se contrate, será posible establecer montos mínimos requeridos para aplicar este beneficio.
Incentivo al consumo
Al ofrecer meses sin intereses, se puede esperar dos reacciones por parte del cliente: por un lado, como los plazos resultan más amables con el bolsillo del consumidor promedio, es más factible que prefiera esta opción sobre el pago de contado; por otro lado, si las personas saben que pueden hacer pagos fraccionados, puede que incrementen sus compras aprovechando esta facilidad.
Los artículos más caros son más accesibles
Si la Empresa comercializa artículos cuyo precio es elevado debido a sus materiales o complejidad de elaboración, abrir la opción de comprarlos a meses sin intereses puede aumentar su volumen de venta, ya que más personas que quieren consumir el producto, pero tal vez no tienen la solvencia para pagarlo de contado, pueden acercarse atraídos por la posibilidad de los plazos de pago.
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