Por un lado, la tecnología ha propiciado que cada vez haya más emprendedores: para abrir un negocio, basta con tener una computadora y una conexión a internet. Por otro lado, las personas que pertenecen a nuevas generaciones que van integrándose al mercado laboral buscan tener otro tipo de experiencia profesional, menos vertical y más enriquecedora a nivel personal.
Las herramientas digitales en comunicación y procesamiento de datos han propiciado entornos de trabajo más abiertos, donde la transparencia se ha vuelto un valor fundamental que los líderes empresariales deben aprender a manejar, tanto hacia afuera como hacia el interior de las organizaciones.
Estos son algunos consejos para ejercer el liderazgo en la era digital:
Poner al cliente en el centro de las decisiones
La relación entre clientes y empresas ha cambiado a partir de la tecnología. Hoy es necesario diseñar estrategias centradas en ofrecer a los usuarios digitales experiencias únicas y personalizadas, en las que la facilidad de tránsito entre canales de venta y contacto online y offline sea una prioridad.
Esto conlleva la necesidad de alinear los objetivos, planes e indicadores de desempeño de la empresa a un entorno omnicanal.
Comunicarse con el área técnica
La rapidez de los cambios tecnológicos hace que sólo personas muy especializadas puedan mantener el paso. El líder empresarial debe trabajar de la mano con el equipo técnico para comprender los cambios y vislumbrar los beneficios que pueden significar para la empresa. Además, es responsabilidad de la dirección llevar a cabo una labor de comunicación para que la tecnología no se quede como una especialidad aislada en un departamento, sino que permee a toda la organización a través de un lenguaje tecnológico común.
Fomentar una cultura basada en la innovación
Es importante que el líder empresarial fomente un ambiente de experimentación constante que sirva como caldo de cultivo para el progreso de la compañía.
Para lograrlo, es necesario cambiar el enfoque con el que se miden los resultados de la empresa y no centrarse solamente en el retorno de la inversión (ROI) inmediato, ya que muchas veces la innovación rinde frutos a largo plazo. Además, ¿cómo predecir el resultado de algo realmente innovador, es decir, algo que no se ha hecho antes?
Dos cabezas piensan mejor que una, por lo que un método efectivo para generar ideas novedosas es estimular el intercambio constante entre los empleados. En este sentido, es recomendable permitirles articular sus propias formas de organización y trabajo.
Convicción por el futuro
Para aclarar el rumbo, el líder empresarial debe articular una visión de futuro en la que se defina clara y detalladamente la misión de cada empleado. Los esfuerzos de los colaboradores en el sentido de la innovación deben reconocerse, a veces, hasta en los fracasos. No hay que olvidar que los avances más significativos necesitan pasar por un proceso de prueba, error y aprendizaje para llegar a madurar. Hay que demostrar pasión por el cambio y hacerle saber al equipo que el espíritu emprendedor es un valor central de la empresa.
FUENTES: