El COVID-19 sacó a la luz varias fallas en el modelo tradicional de cadena de suministro y dejó a muchas Empresas luchando por cubrir los huecos. Por ejemplo, expuso los riesgos de confiar demasiado en proveedores internacionales: según un estudio de Deloitte, las interrupciones en la manufactura china tuvieron un efecto particularmente severo en el mundo, especialmente para las más de 200 firmas que pertenecen al listado Fortune Global 500 y que tenían presencia en Wuhan. Por otro lado, el volumen de carga en puertos y aeropuertos disminuyó tanto, que de acuerdo con un reporte del International Transport Forum de mayo de 2020, el transporte de carga a nivel global podría cerrar el año con una caída del 36%.
Ante las medidas aplicadas por los distintos gobiernos, ha sido prácticamente imposible mantener un flujo constante de bienes a través de las fronteras internacionales. Mientras continúa la reactivación económica y crece la demanda de productos como gel antibacterial, jabón líquido, equipo de protección, medicamentos e incluso alimentos básicos, es imperativo que las Empresas realicen una evaluación profunda de sus cadenas de suministro para protegerse de cualquier nueva disrupción. En este artículo, Business Class te presenta algunas recomendaciones para hacerlo.
Evolución de la cadena de suministro
Las Empresas siempre están buscando maneras de optimizar y mejorar sus cadenas de suministro, pero implementar las medidas adecuadas requiere comprender los factores que determinan el comercio y la manufactura.
Hace unas décadas, los fabricantes empezaron a adoptar el enfoque Just in Time, basado en la optimización logística para recortar costos generales. En este modelo, los materiales entran a la cadena de producción exactamente en el momento en que serán procesados, reduciendo la necesidad de almacenar materias primas compradas al por mayor. Este manejo maximiza la eficiencia, pero deja a la cadena de suministro vulnerable ante un evento de gran magnitud: si ocurre una interrupción, los fabricantes no tienen reservas de las cuales echar mano.
Muchos expertos, como la consultora KPMG, han remarcado que los cambios en el ambiente político de los últimos años han propiciado que algunas compañías abandonen la visión global de la cadena de suministro que acompaña al Just in Time. Como parte de este cambio, los expertos prevén un regreso al modelo de comprar donde se fabrica y fabricar donde se vende. Este es un enfoque que ha cobrado impulso debido al Brexit y a las disputas comerciales entre Estados Unidos y China, y puede que se fortalezca a medida que mayores aranceles y controles de exportación creen barreras para el comercio internacional. Además, KPMG observa un cambio en la manera en que las Empresas entienden el valor: puede que el menor costo ya no sea la única variable y que algunas compañías empiecen a dar el mismo peso a otros factores como la exposición al riesgo, las alternativas de suministro, los impuestos, etc.
Pros y contras
Entre los pros de tener una cadena de suministro local están menores costos de transporte, capacidad de responder más rápido a cambios en la demanda, reducción de tiempos de producción y menores riesgos de interrupción. Entre los contras, pueden encontrarse mayores costos de mano de obra y materia prima, y menor disponibilidad de mano de obra calificada. Esto podría llevar a precios más elevados o a menores márgenes de ganancia.
Uno de los argumentos más fuertes a favor de una cadena de suministro más corta es la sustentabilidad. Menos millas aéreas, menos emisiones de carbono y mayores salarios para las personas involucradas en la cadena son factores que pueden jugar a favor de las Empresas a medida que las personas prestan cada vez más atención a los productos que consumen, a cómo son producidos y a las prácticas empresariales de quienes los fabrican.
Las Empresas con márgenes de ganancia más amplios y mayor capacidad para fijar precios podrán sobrellevar mejor una cadena de suministro más corta que aquellas que operan con márgenes más restringidos. Las innovaciones tecnológicas y la automatización de procesos pueden ayudar a compensar los costos más altos de una cadena de suministro local o regional, pero esto no es una regla general para todas las Empresas.
Cómo mejorar tu cadena de suministro
Aunque la nueva normalidad sigue trayendo consigo un alto grado de incertidumbre, estas son algunas acciones que puedes llevar a cabo para mejorar tu cadena de suministro y protegerla ante futuros riesgos:
· Utilizar inteligencia artificial y big data para hacer tu cadena de suministro más fuerte y flexible.
· Balancear mejor la ecuación entre dónde se compra y dónde se fabrica.
· Reflexionar si es más conveniente un modelo de inventario con muchos o pocos activos (asset heavy o asset light).
· Mejorar la automatización para acelerar la producción.
· Aumentar la visibilidad: pregúntate si puedes dar seguimiento a tu cadena de suministro más allá de tus proveedores directos.
· Privilegiar la seguridad sobre el costo: considera tener un colchón de inventario como amortiguador ante posibles disrupciones.
· Hacer una cuidadosa evaluación de riesgo de tus distintos proveedores.
· Contar con un plan de contingencia ante riesgos geográficos, económicos y políticos.
· Reducir el número de intermediarios en la cadena o el nivel de dependencia hacia ellos.
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