El gran engranaje que se encarga de impulsar una empresa es la cadena de suministro. Este es el conjunto de actividades, instalaciones y medios de distribución necesarios para llevar a cabo el proceso de venta de un producto. En la mayoría de las ocasiones, esta cadena ha sido diseñada y perfeccionada a lo largo de los años, para conseguir una optimización que ayude al crecimiento de la Empresa. Pero situaciones inesperadas pueden crear nuevos retos para este proceso, por ejemplo, la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, que de un momento a otro cambió las reglas del juego para la mayoría de los mercados en el mundo.
Los cambios en la cadena de suministro
En 2020, la pandemia de coronavirus SARS-CoV-2 provocó un cambio radical en el modelo de negocios que habíamos mantenido por tantos años. Las cadenas de suministro en todo el mundo tuvieron que adaptar medidas nunca antes vistas y entrar en un periodo de “Respuesta” en donde trataban de minimizar el impacto que los primeros periodos de la crisis sanitaria provocaban. En este momento, las Empresas debían enfocarse en enfrentar las situaciones presentes y mantenerse a flote para preservar el negocio.
Ahora, a casi dos años del inicio de la crisis se deben enfrentar a un nuevo reto, el periodo de “Recuperación” en el que ya no solo deberán enfrentar los obstáculos presentes, se debe comenzar a planear las estrategias futuras que permitan recuperar la “normalidad” del mercado.
¿Cómo prepararse para los futuros retos de la cadena de suministro?
Para poder implementar estas medidas de “Recuperación” se deberán analizar los distintos retos a los que la cadena de suministro se enfrenta en el panorama pospandemia. Hasta ahora los analistas han determinado ciertas consideraciones que las Empresas deben tomar en cuenta para esta siguiente etapa.
La gestión de riesgos es una necesidad básica tras la pandemia. Aunque la realidad mejore y comencemos a notar una mayor estabilidad en los procesos, las Empresas deben de asegurarse de contar con las medidas de gestión de riesgos adecuadas, para estar preparados ante cualquier circunstancia. Esto implica contar con herramientas suficientes y con redes de suministros ampliadas para respaldar las posibles constricciones y cuellos de botella en cada área, mejorar el seguimiento e implementar puntos de control con datos en tiempo real en las diferentes etapas de la cadena de suministros, contar con soluciones de detección de amenazas de una organización más allá de lo que ofrecen los sistemas ERP y contener y preservar la posición de caja para evitar la reposición de productos agotados con escasa demanda.
Así como los procesos de acción son relevantes, la previsión será esencial. Las Empresas deben desarrollar una capacidad continua de análisis de escenarios que les permitan una planificación asertiva de riesgos, la creación de planes de mitigación y la implementación de compensaciones consensuadas de riesgos y recompensas.
Y sin duda alguna la tecnología será clave para el proceso. Las Empresas deben aprovechar todos los recursos automatizados disponibles que ayuden a la flexibilización de la fuerza de trabajo. De esta forma, sin importar el escenario se podrá tener un control de la operación de la cadena y se evitarán las interrupciones de esta sin poner en riesgo la salud emocional y física de los trabajadores.
Tomando en cuenta que el mundo moderno enfrenta una situación que no tiene antecedentes en los cuales podemos guiarnos y que la naturaleza incierta de la pandemia nos impide prever el comportamiento de ésta, las acciones que se tomen actualmente pueden generar resultados variables pero efectivos. Además, se debe tomar en cuenta que estas medidas de “Recuperación” no deben sustituir por completo las de “Respuesta” sino sumarse a éstas de forma paralela.
FUENTES:
Deloitte. “COVID-19: Orquestando la recuperación de las organizaciones y las cadenas de suministro”. Septiembre, 2021. https://www2.deloitte.com/es/es/pages/operations/articles/covid19-recuperacion-organizaciones-y-cadena-suministro.html