Los pronósticos financieros, en parte, se construyen sobre conjeturas. Las personas que llevan a cabo estos ejercicios combinan los resultados recientes y pasados de la Empresa con las tendencias históricas para predecir posibles escenarios que ayuden a las y los líderes a tomar mejores decisiones estratégicas, como expandirse a nuevos mercados o invertir en campañas publicitarias ambiciosas. Aunque estos pronósticos se realizan con un método científico, los resultados pasados no pueden predecir al cien por ciento los resultados futuros, por lo que es necesario aceptar cierto nivel de riesgo al confiar en estas predicciones para formular planes a largo plazo.
Este riesgo aumenta en tiempos de incertidumbre económica como los que estamos viviendo. En un escenario tan cambiante como el provocado por la pandemia, no se puede asumir que habrá estabilidad macroeconómica, o que los clientes y proveedores tendrán cierto poder adquisitivo. Además, la voluntad de asumir riesgos se reduce en una economía en recesión, lo cual añade otra capa de incertidumbre a cualquier pronóstico.
Sin embargo, las Empresas necesitan hacer planes a futuro. Para que tus pronósticos se ajusten mejor a un periodo de incertidumbre, considera reevaluar tus variables, expandir los escenarios que contemplas en tus planes e incluir el punto de vista de más personas de tu organización para tener el panorama más amplio posible.
Elementos de un pronóstico financiero
Al hacer un pronóstico financiero, el primer paso es analizar los datos y tendencias pasados para anticipar cómo se comportarán algunos indicadores financieros como flujo de efectivo, gastos, ganancias, activos y pasivos. Básicamente, un pronóstico incorpora los resultados presupuestados y los resultados reales de un Negocio para ofrecer un panorama de hacia dónde se dirige la organización. Esta información puede ser muy útil para hacer cambios de estrategia y tomar decisiones innovadoras.
Por lo general, un pronóstico financiero incluye los siguientes elementos:
Un horizonte a futuro
Lo más común es un lapso de 12 meses, aunque para ayudar en decisiones financieras muy importantes, como las inversiones empresariales, se puede necesitar ampliar ese horizonte para que abarque varios años.
Datos históricos
La mayoría de las Empresas utilizan en sus pronósticos un modelo autorregresivo, es decir, que el pronóstico está basado principalmente en tendencias históricas. Por ejemplo, si anualmente las ventas han crecido un 5%, el modelo de autorregresión resultaría en un pronóstico de crecimiento de 5% para el año siguiente.
Contexto de la industria
Al realizar un pronóstico, es necesario considerar tu sector económico como un todo: ¿cuál se espera que sea el volumen total de la industria en el horizonte temporal analizado? ¿La Empresa cuenta con alguna ventaja competitiva sobre el resto de su industria? ¿Qué factores afectan a tu Empresa, a tus clientes y a tus proveedores?
Decisiones estratégicas
El modelo también debe reflejar tus próximos planes: ¿estás considerando una estrategia de inversión más agresiva? ¿Tienes pensado recortar costos? ¿Buscarás aumentar los márgenes? Los cambios que tienes pensado implementar deben formar parte del modelo que uses para hacer tus pronósticos.
El problema de la incertidumbre
Los elementos que hemos descrito funcionaban bien en condiciones normales; sin embargo, la pandemia ha traído nuevos retos. Como es de imaginarse, las tendencias pasadas ya no se ajustan exactamente a lo acontecido en este año completamente atípico. Por ejemplo, el confinamiento ha transformado los hábitos de consumo y la demanda, por lo que los datos históricos pueden ya no funcionar para hacer una predicción de ventas.
Aunque la recuperación económica ya ha comenzado y la vacunación está avanzando, sigue habiendo incertidumbre sobre lo que pueda pasar en el corto y mediano plazo. Como resultado, las y los empresarios deben repensar cómo realizar un pronóstico.
Proyectar múltiples escenarios
Una manera de aumentar las posibilidades de hacer un pronóstico correcto es realizar varios pronósticos: uno optimista, otro neutral y uno más precavido. De esta forma, se puede planear cómo reaccionar ante cada uno de ellos, en lugar de sólo formular un escenario y tener que ajustar sobre la marcha si no ocurre.
Revisar los datos más recientes
Como ya se ha mencionado, puede que las tendencias históricas ya no apliquen. En este caso, lo recomendable es tomar los últimos resultados para actualizar el pronóstico. Por ejemplo, se puede observar cuánto han cambiado las ventas este año y tomar esa tasa de crecimiento como base del modelo predictivo, en lugar de la tasa histórica. También es necesario mantenerse al pendiente de las noticias de la industria para saber cómo han cambiado las tendencias en cada sector.
Actualizar constantemente
Los modelos a 12 meses, al menos por el momento, son cosa del pasado. Hoy es necesario revisar los resultados y actualizar los pronósticos cada mes, e incluso semanalmente, para saber si estamos más cerca de nuestro escenario positivo o del negativo.
Considerar los factores impactados por la pandemia
La emergencia sanitaria ha afectado más en algunos aspectos que en otros. La demanda de las y los consumidores, por ejemplo, ha sufrido una gran transformación, mientras que otros factores como los costos de las deudas a largo plazo puede que no hayan sido modificados significativamente. Es importante tener esto presente al realizar los pronósticos.
Priorizar los indicadores más importantes
Dado que hacer pronósticos es más complicado que nunca, puede resultar funcional simplificar el proceso concentrándose en las áreas que son más importantes para tener éxito en el corto plazo, como las ventas, disminuir el gasto en capital para mejorar el flujo de efectivo, aumentar los márgenes de ganancia, etc.
Volver colaborativo el proceso
Considera involucrar en el proceso a líderes de otras áreas además de finanzas, como ventas, marketing, recursos humanos, cadena de suministro, etc. Estas personas pueden proporcionar información de primera mano sobre las operaciones de la Empresa para ayudar a que los números del pronóstico financiero sean más precisos.
Un aprendizaje para el futuro
Los últimos meses han sido extremadamente complejos para las Empresas, sin embargo, no será el único momento en que realizar pronósticos financieros resulte un reto. En última instancia, el mundo de los negocios y el contexto económico nunca están completamente exentos del cambio y las circunstancias extraordinarias. Es por esto que aprender a manejar la incertidumbre ayudará a las y los líderes a realizar mejores pronósticos y estrategias tanto hoy, como en el futuro.
FUENTE:
https://www.americanexpress.com/en-us/