Debido a la magnitud y variedad de sus proyectos, la industria de la construcción requiere de una enorme variedad de insumos provenientes de diversos sectores. De las 262 ramas productivas de la economía mexicana, 176 forman parte de la cadena de la construcción, es decir, el 67% de ellas. Esto implica que las alzas en los costos de casi cualquier sector representan un alza en el precio de los insumos de construcción, y, por lo tanto, ejercen una presión sobre esta industria.
De cada peso invertido en el sector de la construcción (la inversión total en 2017 fue de 2.7 billones de pesos), 45 centavos se distribuyen en su cadena productiva, lo que equivale a una derrama de aproximadamente 1.2 billones de pesos.
Tres elementos cuyo encarecimiento influye de manera decisiva en los costos de la construcción son los materiales, el alquiler de maquinaria y equipo, y las remuneraciones. Otro factor importante es el precio de los combustibles, que afecta a prácticamente todas las actividades económicas.
La importancia del acero
En lo que se refiere a los materiales, destaca la importancia del consumo de acero y sus derivados, que representa el 20% (8 centavos) de los 45 centavos que se distribuyen en la cadena de insumos en la construcción por cada peso invertido. Esto representa un consumo de unos 243 mil millones de pesos que se enfoca sobre todo en productos como varilla, malla de acero, alambre y alambrón. Cabe destacar que los principales insumos de obra residencial son el concreto y, precisamente, el acero.
Es por esto que factores coyunturales como el alza en los precios internacionales de los derivados del acero, o los aranceles impuestos por Estados Unidos a estos productos que presionan su precio en el mercado nacional, aunados al aumento constante en el precio de las gasolinas y el diesel, así como a la fluctuación del tipo de cambio, pueden elevar los costos de los insumos para construcción, alterar los presupuestos y aumentar el costo final de las obras.
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