Según el INEGI, en 2019 había en México 4.9 millones de micro, pequeños y medianos negocios. De ellos, poco más del 20% desapareció tras el primer año de la pandemia de COVID-19. Entre estas PyMEs, hay muchos negocios locales que, en la mayoría de los casos, se encontraron de pronto enfrentando una contingencia sanitaria sin los recursos, ni la tecnología, ni el modelo de negocio adecuados. Sin embargo, la crisis también hizo surgir un sentido de solidaridad que llevó a las personas a revitalizar el consumo local para ayudar a la supervivencia de estos negocios, cuyo aporte económico y social es importantísimo para sus comunidades.
Los negocios locales frente a la pandemia
Actualmente, hay en el país 4 millones 465 mil 593 micro, pequeñas y medianas Empresas, según datos del Inegi. Este número, en comparación con las cifras de 2019, es resultado tanto de la desaparición de más de un millón de PyMEs debido a la pandemia, como del surgimiento de 619 mil nuevas durante 2020. Es importante mencionar que, en promedio, los negocios que nacieron emplean a dos personas, lo que quiere decir que se trata en su mayoría de microempresas. Entre las Empresas que cerraron, el sector más afectado fue el de los servicios: 8.7% de los negocios formales que cerraron en 2020 pertenecía a este sector.
La enorme importancia de los negocios locales se puede ver en el cálculo que hace el Inegi de que, en diciembre de 2020, había en el país 1 millón 200 mil pequeños comercios de los que dependían más de 3 millones de personas. Entre estos negocios, solo los de alimentos y bebidas como tiendas, fondas y restaurantes empleaban a más de 2 millones de personas.
Digitalización
Ante las restricciones de movilidad y los cierres impuestos para combatir la pandemia, el modelo de negocio de los comercios locales, basado en el contacto cercano y la familiaridad entre clientela y negocio, enfrentó el gran reto de transformarse para sobrevivir. Como también ha ocurrido con Empresas más grandes, migrar hacia un modelo digital se presentó como la respuesta inmediata a este reto. Sin embargo, según datos del Interactive Advertising Bureau (IAB México), 99% de los negocios pequeños no tenía las herramientas y competencias digitales para enfrentar esta nueva normalidad.
Hoy, a más de un año del inicio de la pandemia, los negocios locales no solo han encontrado en el canal digital la vía para mantener un vínculo con su comunidad y sobrevivir, sino también la posibilidad de expandir su alcance y llegar a una audiencia que antes, con el negocio basado únicamente en un local fijo, no era posible.
Para aprovechar al máximo el potencial que ofrece el comercio electrónico, es necesario que los negocios locales emprendan también la digitalización de otros procesos, como el manejo de inventario, los pagos a proveedores y la contabilidad. A largo plazo, esta automatización pondrá a los pequeños comercios en mejores posibilidades de crecer y competir.
Solidaridad
Junto a las nuevas posibilidades que ha abierto la digitalidad, el otro elemento esencial para la sobrevivencia de los negocios locales ha sido la solidaridad de las personas: el Reporte Global sobre el Estado de las Pequeñas Empresas, realizado en septiembre de 2020 por Facebook, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco Mundial y Deloitte, muestra que 5 de cada 10 mexicanas y mexicanos empezaron a comprar de nuevo en pequeños comercios a raíz de la pandemia, y de estas personas, 67% lo hizo en pequeños negocios locales. Cuestionadas y cuestionados sobre los motivos de este cambio en sus hábitos de compra, 4 de cada 10 encuestadas y encuestados respondieron que lo hacían porque les preocupaba la supervivencia del negocio o su comunidad, y 7 de cada 10 contestaron que los comercios locales tienen mejor servicio y mejores ofertas. Finalmente, este mismo estudio muestra que 6 de cada 10 mexicanas y mexicanos descubrieron los pequeños comercios en los que compran gracias a las redes sociales.
Los negocios locales son, sin duda, una parte importantísima de la economía de las comunidades en particular y del país en general. Aunque la pandemia y la nueva normalidad han representado para ellos retos sin precedentes, la solidaridad de las personas y la tecnología han resultado las mejores aliadas para su supervivencia y recuperación, y serán el motor para su éxito a largo a plazo.
FUENTES: