Cuando se trata de la gestión de proyectos internacionales, a las dificultades inherentes a cohesionar un equipo se le suman factores como la dispersión geográfica y la diferencia de idiomas y contextos culturales, lo que incrementa los riesgos de falta de comunicación y malos entendidos.
¿Cómo generar confianza?
El primer paso para desarrollar confianza entre los miembros de un equipo internacional es partir desde la confianza misma: acercarse a los demás con una mente abierta y buena disposición para conocerlos y confiar en ellos. Sobre esta base, pueden llevarse a cabo diversas acciones, por ejemplo:
Establecer conexiones emocionales
Cuando las personas trabajan en un mismo lugar, la interacción entre ellas se da de manera cotidiana tanto dentro como fuera de la oficina, lo que va construyendo la confianza naturalmente. Esto no ocurre en la gestión de proyectos internacionales en los que las personas trabajan desde distintos lugares del mundo. Especialmente al inicio de un proyecto, es importante propiciar momentos de conexión emocional, aunque sea a través de una conversación virtual: por ejemplo, pueden organizarse videoconferencias donde el tema, más que el trabajo en sí, sean las costumbres e idiosincrasia de cada lugar, así como los gustos y actividades personales de los miembros del equipo. Por otro lado, organizar esporádicamente reuniones y periodos de trabajo presenciales, donde los integrantes del equipo puedan conocerse incluso más allá de lo laboral, puede resultar muy benéfico.
Reforzar la identidad de equipo
Durante la gestión de proyectos internacionales, es común que se vayan desarrollando “microidentidades” en los diferentes núcleos del equipo global, y esto pude minar la confianza y la armonía del trabajo grupal. Por ejemplo, puede suceder que aquellos que trabajan desde un país económicamente más poderoso sientan que su opinión vale más, o que aquellos que trabajan desde un país menos poderoso se sientan inhibidos ante sus colegas; también puede darse el caso de que los que trabajan en el mismo lugar que el líder del equipo piensen que su voto tiene más peso, o que el equipo minoritario no asuma responsabilidades de manera proactiva. Para evitar estas dinámicas nocivas, es importante que el responsable de la gestión de proyectos internacionales ponga en claro y refuerce todo el tiempo la misión y los objetivos comunes del equipo.
Cuidar el idioma
Ante la multiculturalidad del equipo, el idioma es un punto crucial para el desarrollo del proyecto. Usualmente, se utiliza el inglés como lengua franca, pero muchas veces no todos lo manejan con la misma fluidez, lo cual puede provocar que algunos miembros del equipo se inhiban. Para generar confianza entre todos los participantes del proyecto, deben establecerse ciertas reglas con relación al idioma: aquellos que lo dominan más deben procurar hablar a un ritmo que resulte entendible para todos, reducir su uso de modismos y preguntar constantemente si todos les han entendido. Por su parte, aquellos que tienen menor fluidez deben esforzarse y comprometerse en contribuir durante las juntas, y también deben preguntar si todos los han comprendido. Es importante que desde el liderazgo de la gestión de proyectos internacionales se fomente un ambiente de respeto en el que todos sepan que pueden preguntar con libertad y confianza si no han entendido algo debido al idioma. Además, el líder del equipo debe encargarse de estimular la participación equitativa.
Concientizar las diferencias culturales
Para que exista confianza, es necesario que las personas se comprendan unas a otras, y para que esto ocurra, es necesario conocer el contexto y los valores culturales de los que proviene cada quien. Esto puede ser un elemento clave al intentar compenetrar a un equipo durante la gestión de proyectos internacionales, ya que, por ejemplo, una misma conducta puede tener significados distintos para dos culturas, y lo que puede ser visto por unos como un gesto de apertura y camaradería, puede resultar ofensivo para otros. Es por esto que resulta fundamental que todos los miembros del equipo internacional tengan conciencia del contexto cultural de sus contrapartes.
FUENTES: