En muchas organizaciones, la pregunta de cuándo es el momento idóneo para hacer una renovación tecnológica suele ser difícil de responder, por lo que presentamos algunos factores clave para decidirlo.
Sondeos
Ya sea que las utilicen para actividades de contabilidad o para diseñar gráficos, nadie conoce las computadoras mejor que las personas que las utilizan. Es por esto que realizar un sondeo entre el personal ayuda a tener un primer diagnóstico sobre el estado del equipo de cómputo.
Evaluación experta
Si el sondeo arroja como resultado la percepción de que el equipo ya no está funcionando al 100%, o si la Empresa está pensando en expandirse o emprender proyectos que requieren algún software nuevo en específico, es necesario que un punto de vista experto evalúe la conveniencia de llevar a cabo la renovación. Ya sea a través del Departamento de Sistemas de la Empresa, o mediante una consultoría externa, es necesario tener una evaluación precisa del costo-beneficio de darle mantenimiento al equipo de cómputo, o si los costos de reparación son muy elevados, se puede articular un plan para la adquisición de nuevo equipo a corto o mediano plazo.
Diagnóstico
Existen varios indicios que ayudan a identificar la necesidad de renovar o reparar las computadoras de una Empresa:
- Si el tiempo de inicio del equipo rebasa los tres minutos.
- Si constantemente se presenta la necesidad de forzar el reinicio de una computadora.
- Si la lentitud de los programas y las aplicaciones afecta el flujo del trabajo.
Beneficios de renovar el equipo
Entre más viejo sea el equipo de cómputo, es más propenso a ataques cibernéticos. Actualmente, los fabricantes se enfocan cada vez más en hacer procesadores orientados a reforzar la seguridad de los sistemas. Por otro lado, los equipos nuevos suelen ser más eficientes en el consumo de energía, lo que ayuda al medio ambiente y permite a las Empresas reducir gastos en electricidad.
Mantenimiento
El promedio de vida útil de las computadoras de una Empresa es de unos cinco años. Este tiempo puede extenderse hasta diez años dependiendo de las funciones que realice, pero principalmente, dependiendo del mantenimiento que reciba; si este es deficiente o nulo, el tiempo de funcionamiento óptimo del equipo de cómputo puede reducirse a tres años o menos. Por ejemplo, un equipo expuesto a condiciones como polvo, vibraciones, humedad, calor o cambios de tensión debe recibir un mantenimiento más minucioso para no tener que renovarlo constantemente. Finalmente, es recomendable programar durante todo el año servicios constantes de limpieza (tanto de hardware como de software) y evaluación del equipo.
FUENTES: