De acuerdo con la Consultora IDC, la industria global de las Tecnologías de la Información(TI) sigue creciendo de forma importante, a tal grado que para 2019 se estima que alcance un ingreso de 5 billones de dólares. Esto es un reflejo de la importancia que tiene para las Empresa de todos los sectores mantenerse al día y aprovechar los recursos que provee la tecnología. Para adoptar este tipo de herramientas de manera eficiente, es recomendable acudir a una consultoría estratégica en TI.
Áreas de oportunidad
Contratar este tipo de asesoría especializada va mucho más allá de la simple necesidad de actualizarse tecnológicamente. En realidad, se trata de analizar todo el modelo de negocio, desde el servicio al cliente hasta la seguridad, y descubrir en qué áreas puede la tecnología aportar mejoras significativas, por ejemplo: modernización de aplicaciones para entornos de nube; creación de nuevas soluciones para los clientes; recopilación, almacenamiento y análisis de datos para mejorar la toma de decisiones; gestión de riesgo, etc.
La consultoría estratégica partirá de un diagnóstico del uso que la Empresa hace de las TI, para después pasar a la propuesta de diseño y desarrollo de una arquitectura tecnológicaviable. Una parte fundamental de este tipo de servicio es el soporte que la consultora ofrece sobre las soluciones adoptadas, lo cual garantiza que el impacto positivo de estas sea profundo y duradero.
Beneficios
Como resultado de la asesoría especializada, una Empresa puede adoptar nuevos procesos que se interrelacionen para lograr todo un ecosistema tecnológico que tenga como resultado final un aumento en la productividad. Así, los nuevos procesos derivados de la consultoría estratégica en TI pueden incluir: Data Analytics para comprender el mercado y diseñar estrategias de marketing más efectivas; desarrollo o fortalecimiento del departamento de seguridad TI para proteger las operaciones e información crítica para la compañía; automatización en procesos de pago y contabilidad que lleven a reducción de costos y errores.
FUENTES: