En este artículo quisiera hablar sobre una de las posibilidades que existen actualmente para generar cambios sociales: la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), una vía para que las Empresas puedan atender y resolver problemas sociales y medioambientales.
Definición
La Alianza por la Responsabilidad Social Empresarial en México (AliaRSE) define la RSE como: “el compromiso consciente y congruente de cumplir integralmente con la finalidad de la Empresa, tanto en lo interno como en lo externo, considerando las expectativas económicas, sociales y ambientales de todos sus participantes, demostrando respeto por la gente, los valores éticos, la comunidad y el medio ambiente, contribuyendo así a la construcción del bien común”.
La RSE es un proceso y no debería ser algo ajeno a las funciones de la Empresa; sin embargo, es común que los negocios que adoptan la Responsabilidad Social Empresarial hayan arrancado y operado previamente sin estar conscientes de todo lo que implica la construcción del bien común. Definitivamente toma tiempo construir buenas prácticas.
A pesar de los logros que representa ser socialmente responsable, la RSE ha llegado a ser duramente criticada. Henry Mintzberg, profesor de Administración de la Universidad de McGill, dice que “las estrategias de responsabilidad social corporativa bien ejecutadas nunca podrán remediar los efectos de la irresponsabilidad social”. Creo que muchos coincidimos con Mintzberg, y para muestra, solo hay que pensar en algunas industrias “sucias”, por ejemplo, algunas mineras que, a pesar de tener algunas buenas prácticas de responsabilidad social, de ningún modo pueden compensar los daños medioambientales que han ocasionado.
Al existir casos así, podemos preguntarnos: ¿qué aspectos toma en cuenta la Responsabilidad Social Empresarial?
Medición
Muchas veces -y esto es un problema- se confunde RSE con filantropía, es decir, con el hecho de que una Empresa otorgue ciertos apoyos a alguna causa social. A diferencia de la filantropía, la RSE toma en cuenta toda la cadena de valor, su impacto social y medio ambiental y, por supuesto, las acciones internas de la Empresa: legales, humanas y de transparencia.
Hoy en día, gran parte de la RSE es voluntaria para las Empresas, pero estoy convencida de que muchas de las acciones que hoy son un acto de voluntad, el día de mañana serán obligatorias. Así sucedió, por ejemplo, con la Norma 035, enfocada en la salud psicológica de los colaboradores de cualquier Empresa mexicana y que entró en vigor en octubre pasado.
Existe un factor que da mayor credibilidad a la Responsabilidad Social Empresarial: la medición. Toda acción de responsabilidad social dentro de una Empresa u organización puede ser medida en relación a su impacto social, medio ambiental, etc. Las Empresas que cotizan en la bolsa, por ejemplo, están obligadas a cumplir con estrategias de responsabilidad social; sin embargo, cualquier Empresa puede medir y reportar sus acciones. Dependiendo de la industria o el giro, se puede utilizar la Norma ISO 26000, el Reporte Global o Global Reporting (GRI), estándares SASB, o los estándares de Just Capital, por mencionar algunos. Existe también el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI), el cual expide la certificación como Empresa Socialmente Responsable.
Respecto a la Norma ISO 26000, hay que tener en cuenta que como ISO de Responsabilidad Social Empresarial no es “certificable”, sino voluntaria. Sin embargo, se trata de un instrumento muy valioso que en México se ha adoptado como “NORMA MEXICANA NMX-SAST-26000-IMNC-2011 GUÍA DE RESPONSABILIDAD SOCIAL”. Esta norma, voluntaria en general, se vuelve obligatoria para algunas industrias como la de energía eléctrica y Empresas de exportación de alimentos a Estados Unidos. Actualmente, existe un estándar relativamente nuevo denominado “Futuro Neto Positivo”, el cual tiene la intención de asegurar un mundo resiliente y regenerativo. Está creado con una visión sistémica y evita la visión a corto plazo, común en todos los sectores hoy en día, generando indicadores claros a mediano y largo plazo.
Nuevo enfoque
La manera tradicional de hacer negocios debe reinventarse, y la atención a problemáticas sociales mediante el asistencialismo y la filantropía pura, también. Sin embargo, no se ha fomentado lo suficiente el utilizar una visión sistémica para aproximarse y resolver las problemáticas sociales y medio ambientales. Cada organización y cada Empresa se enfocan en una causa particular, desarticulando esta de una situación más compleja. Necesitamos compartir nuestro conocimiento, pero también estar dispuestos a escuchar; debemos apoyarnos, crear alianzas, aprender los unos de los otros, y sobre todo, respetar y apoyar los esfuerzos de los demás, más allá de términos, etiquetas y posturas categóricas.
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