Sin embargo, como ocurre en prácticamente todos los ámbitos, cada día hay más opciones de este tipo de servicios, por lo que presentamos una serie de puntos a tomar en cuenta para elegir la consultoría empresarial más conveniente:
Objetivos claros
Lo primero que se debe tener claro es qué se quiere lograr al contratar una consultora: ¿se busca un mayor crecimiento? ¿Se necesita hacer cambios para cumplir con un marco regulatorio? ¿El negocio está en dificultades y se busca ayuda para salir de ellas? ¿Se pretende implementar un nuevo sistema para poner a la Empresa a la vanguardia? ¿Se necesita un diagnóstico para identificar áreas de oportunidad? No todas las consultoras son especialistas en todas las situaciones, por lo que tener claro lo que se quiere es el primer paso para dar con el servicio adecuado.
Puntos clave
Al evaluar distintas opciones de consultoría empresarial, hay que preguntarse:
- ¿La consultora tiene experiencia resolviendo situaciones similares con Empresas similares?
- ¿Quién será el consultor encargado del proyecto y cuáles son sus credenciales?
- ¿Quiénes conformarán el equipo de trabajo de la consultoría y cuál es su experiencia?
- Al presentar su presupuesto, ¿la consultora detalla todos los costos que deberá cubrir la Empresa además de los honorarios (gastos operativos, viáticos, etc.)?
- ¿Qué garantías ofrece la consultora sobre su trabajo?
- Al presentar su plan de trabajo, ¿la consultora establece términos puntuales de inicio y conclusión de la asesoría?
- ¿La metodología y el enfoque que utilizará la consultora para atender las necesidades de la Empresa son claros y específicos?
- ¿La consultora ofrece resultados cuantificables?
- ¿La consultoría incluye un análisis de resultados tras concluir su tarea como parte de sus servicios?
Hacerse estas preguntas básicas puede ayudar a elegir una consultoría empresarial que realmente compagine con las necesidades de la Empresa y que le ofrezca, más que solo crecimiento, una reinvención total.
FUENTES: