Vivimos en una era de grandes cambios que le dan forma, paso a paso, al futuro que buscamos para las próximas generaciones. Ya estamos de lleno en el siglo XXI, y a pesar de los cambios que ha sufrido la sociedad en las últimas décadas, muchas mujeres competentes y bien calificadas continúan enfrentando obstáculos en su participación en la vida pública; muchas veces, su camino está sembrado de numerosas barreras.
Brecha de género
Todavía existe en el mundo una brecha importante de género en el liderazgo de las organizaciones y en otros ámbitos. Las mujeres en posiciones de toma de decisión y liderazgo son todavía una excepción. Eso ocurre en todos los sectores, especialmente en los puestos de más alto nivel de decisión en los ámbitos de negocios y político.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que los mercados laborales contemporáneos siguen caracterizándose por la desigualdad de género. En 2019, la tasa de participación de la mujer en la fuerza de trabajo era solo del 47%, 27 puntos porcentuales por debajo de la tasa del hombre (74%). Hay una fuerte variación regional en las disparidades de género en el acceso al empleo.
Cambio de rumbo
Afortunadamente, estamos a tiempo para virar en un rumbo más incluyente. La equidad de género en los espacios de trabajo está siendo una tendencia global, en la cual más y más organizaciones están participando activamente. En LeasePlan México, por ejemplo, desde 2016 logramos la Certificación Nivel Oro en la Norma Mexicana en Igualdad Laboral y No Discriminación. Tenemos 40% de mujeres como mínimo en nuestra plantilla laboral y hemos llegado al mismo porcentaje en puestos directivos.
El liderazgo femenino es algo creciente y será algo más presente en la medida en que las organizaciones conozcan del impacto positivo que se consigue al integrar a más mujeres en los espacios de trabajo, generar igualdad de oportunidades y establecer sistemas de reconocimiento equitativo a la función.
El camino aún es largo, pues de acuerdo con la consultora McKinsey, solamente el 15% de las Empresas en México tiene mujeres en puestos directivos, y 8% está en el puesto de directora general. Es trabajo de todos lograr una mayor equidad.
Cultura de equidad
Este no es un conflicto entre hombres y mujeres, se trata de incluir a la mujer por sus aportaciones, por sus capacidades y el verdadero impacto en el negocio. Lo importante es generar una cultura de igualdad donde lo importante sea la persona, ya que el talento no tiene género. Es evidente el beneficio cuando hablamos de una mejora en la organización y en el desempeño de sus equipos, por lo tanto, debemos verlo como una auténtica humanización del liderazgo.
Según McKinsey, cerrar la brecha de género agregaría hasta 0.8 trillones de USD al PIB de México, un 70% más. Además, de acuerdo con esta consultora, en América Latina, Empresas con políticas de diversidad e igualdad de género tienen un 15% más de probabilidades de tener una rentabilidad económica superior a la media nacional correspondiente al sector.
De igual manera, Great Place to Work en alianza con el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) de IPADE Business School, señalan que las organizaciones con liderazgo complementario y con muy alta presencia de mujeres en los puestos de toma de decisiones (50% o más) presentaron mayor fomento y apropiación de la credibilidad, el respeto y la imparcialidad por parte de los equipos de trabajo.
En LeasePlan, como una compañía líder a nivel global, trabajamos para promover la igualdad de género y combatir la violencia contra las mujeres. Es momento de impulsar la recuperación después de la pandemia y construir sociedades más resistentes, inclusivas y de oportunidades para todas y todos. La única forma de obtener resultados que permanezcan en el tiempo como nuevo rasgo cultural es mediante la participación activa de todas y todos.