Algunos ejemplos ampliamente conocidos de esta tecnología son el juego Pokemon Go y Google Glass, las gafas inteligentes de Google. El mercado de la AR y la realidad virtual (VR) está en franco crecimiento: su valor en 2018 era de 27 mil millones de dólares, y se espera que sea de 209 mil millones de dólares en 2022. Con una expansión de este tamaño, estamos hablando de una tecnología que pronto impactará a muchas industrias, incluyendo el sector energético.
Aplicaciones
Lentes, cascos, pantallas de visualización, pantallas holográficas, herramientas de mano basadas en teléfonos inteligentes, control de vehículos aéreos no tripulados, etc., son algunos ejemplos de aplicaciones de la tecnología AR que pueden aportar beneficios a los sistemas de distribución de energía, los sistemas de información geográfica, la administración de la fuerza laboral y la gestión del conocimiento. El funcionamiento de la AR va de la mano con el Internet de las Cosas, mediante el cual se generarán e intercambiarán datos de los que se alimentará la realidad aumentada.
Ejemplos
En el campo de la ingeniería aplicada al sector energético, la realidad aumentada puede utilizarse para probar nuevos dispositivos, es decir, para pasar de la teoría a la práctica. Esto es muy importante, por ejemplo, para la capacitación de personas en temas como operatividad y seguridad en una planta generadora de energía, o para el diseño de instalaciones y redes de servicio que pueden pre visualizarse y operase en un entorno virtual de AR.
En el sector energético, esta tecnología también puede ayudar en la reparación, mantenimiento y facturación de los sistemas de distribución de electricidad. A través de un dispositivo de AR se puede hacer la lectura de un medidor, y relacionarla con metadatos asociados para tener acceso inmediato a toda la información sobre ese contrato. Además, esto permitiría detectar oportunamente fallas en el suministro, y para reparar algunas de ellas, tampoco será necesario que un técnico llegue hasta el sitio, ya que se podrá realizar una asistencia remota mediante un escenario interactivo común generado por AR.
FUENTES: