Entre estos gastos extraordinarios que trae el fin de año, destacan aquellos que las compañías hacen en su personal: regalos corporativos, fiestas y, sobre todo, el pago de aguinaldos. Si a esto le sumamos que enero es la cara opuesta de la moneda, es decir, un mes en el que las ventas bajan, resulta clara la necesidad de manejar con mucho cuidado el flujo de efectivo de la Empresa para que el año nuevo no la encuentre sin liquidez para cumplir sus compromisos de pago.
Planeación
El mejor camino para evitar problemas de flujo al final del año es la planeación: al realizar la proyección de ingresos y gastos de los próximos 12 meses, hay que incluir rubros como el aguinaldo de los colaboradores. Después, a lo largo del año, se debe comparar constantemente la proyección con la realidad, de modo que se detecten discrepancias y se realicen los ajustes necesarios.
Al momento de planear el flujo de efectivo del año, hay que hacerlo tomando en cuenta diferentes escenarios, como tener una disminución en los ingresos, y los planes de contingencia correspondientes, tales como ir generando una reserva para poder hacer frente a todas las obligaciones de la Empresa.
Otro consejo útil es aprovechar el aumento de ingresos de la temporada alta y guardar algo para hacer frente a la cuesta de enero, cuando ya se haya pagado el aguinaldo, se tenga que renovar contratos de servicios y las ventas bajen.
Flexibilidad financiera
Un aspecto muy importante para que la Empresa mantenga un flujo de efectivo sano durante la última parte del año es su grado de flexibilidad financiera, con ella puede hacer frente a gastos como el pago de servicios o a algún proveedor sin la necesidad de comprometer los recursos destinados, por ejemplo, al pago del aguinaldo.
FUENTES: